16 de mayo de 2015

Tic toc

A veces vemos que el tiempo se nos agota y no vemos el fruto de lo que queremos lograr o las promesas que nos hicimos pero si Dios tiene que cambiar la hora, Él lo hará. Nunca es tarde cuando el reloj de Dios es el que está funcionando.

Tal vez camino a la felicidad me he perdido un par de veces, pero aún estoy a tiempo de abrir esa puerta, aún estoy a tiempo de llegar a esa meta, de realizar mis sueños. Viendo que el tiempo se agota, me recuerdo que Dios está en control.

Cero rendirse, Dios tiene el control!

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