9 de febrero de 2013

En vida

Ciertamente, ser médico es más que saber medicina, es un compromiso con la salud de la comunidad y las personas. Leí una en una página en internet que decía que el principal objetivo del médico, y de la Medicina por extensión, es "cuidar la salud del paciente y aliviar su sufrimiento, el médico pocas veces cura, algunas alivia, pero siempre debe consolar".

Siempre sentí curiosidad por conocer al ser humano en una forma más cruda, esa carrera permite conocernos de otras formas. Hasta ahora en vez de conocer a otras personas más a fondo de diferentes formas, he aprendido a conocerme y a lidear conmigo misma. Es necesario conocerse a sí mismo y lograr tener cierto equilibrio para poder luego minuciosamente trabajar para lograr conseguir la sanidad mental, física, emocional y espiritual de otro ser humano.

Analizar y decidirse en que esta es la carrera que uno quiere estudiar y ejercer va mucho más allá del simple hecho de gustar de ella. Hay que idealizarse en un futuro ejerciéndola y saber que esta será la principal fuente de ingresos de nuestra futura familia. Que Medicina es lo que pensaremos al despertar, es lo que respiraremos cada mañana y noche, lo que veremos en todos nuestros días futuros. Que nuestros mejores amigos serán los libros y que debemos estar dispuestos a dejar de lado fiestas, cumpleaños y eventos de todo tipo un sin número de veces. Que Medicina ocupará todos nuestros días, nuestras noches así como también nuestras mentes y corazones. Que nos podrá afectar tanto emocional como física, espiritual y mentalmente. Que nos sentiremos cansados, abatidos, aturdidos, explotados, sobrecargados y vencidos en ocasiones; y que nada podrá impedirlo siquiera nosotros mismos. Que la carrera será más de lo que pensabas, más de lo que decían, dará menos de lo que prometía y que aún así querrás estar allí porque eso es lo que quieres, porque sabes por qué verdaderamente luchas.

Si entras a la carrera buscando algún tipo de compensación social por un prestigiado título, acceder a una posición económica más alta, tener algún tipo de influencia, socializar con cierto tipo de personas o la falsa creencia de tener un gran sueldo fijo: ¡¡¡SALTE!!! Porque nada de eso es así. Muchas veces a nadie le importa en dónde estés sino de dónde vienes así como muchas veces a nadie le importa de dónde vienes sino donde estés y así pasará siempre, con todo.

 Es una carrera que hay que estudiarla porque nace del corazón, porque gusta, porque apasiona, porque se quiere y en cierta forma porque se puede. Es una carrera costosa por donde sea que se mire, larga, exhaustiva y consume todo el tiempo del estudiante sin mencionar los gastos extras que se presentan en el día a día de imprevistos (copias, libros, almuerzos, transporte, entre otras cosas). Nada en la carrera es gratis, NADA. Hay que dar un 100% y muchas veces si no das un 210% de ti, TE QUEMAS. Poner alma, mente, cuerpo y corazón en todo lo que se estudia, en todo lo que se escucha, en todo lo que se escribe y en todo lo que se hace porque ser médico exigirá todo y un poco más de ti.

Leer viejos escritos míos de cuando quería estudiar la carrera me puso a pensar en todo lo otro aparte de la pasión por ayudar y querer estudiar Medicina. Les exhorto a leer el poema de Amado Nervo, “Vida”, espero con Dios mediante al final de mi travesía sentirme así de bien y complacida con todo lo que se me dió y se me quitó en vida. Es una bendición partir de este mundo agradeciendo porque se tuvo la oportunidad y la dicha de ser quien uno quiso ser y de ser retribuidos en la forma en que dimos, para bien o para mal.

Bendiciones a todos, un beso.